Tras una larga espera, Assassin’s Creed finalmente debuta en la pantalla grande. Una superproducción cinematográfica que tuvo la libertad creativa y financiera de Ubisoft Motion Pictures, y que también salió a flote gracias a la co-producción de New Regency y distribución de 20th Century Fox.
Probablemente algunos estén acá para saber si la película es un descendiente digno para formar parte del universo de la saga de vídeo juegos. Sin embargo prefiero valorar más la calidad de la película por sí misma, tal y como es mostrada a la audiencia general. Pero para que los fans se puedan ir en paz, diré que sí, sí es un descendiente digno.
Assassin’s Creed es un largometraje de ciencia ficción que viene a expandir la historia de la saga de vídeo juegos con la introducción de un nuevo personaje. Hablamos de Callum Lynch, un criminal sentenciado a muerte que es salvado por una gigantesca corporación. A cambio, deberá recrear los recuerdos de su antepasado con tal de extraer información vitalicia. Esto lo logra con ayuda del Animus, un aparato que permite sincronizar a Callum con sus recuerdos géneticos y que eventualmente logra despertar en él todas sus habilidades ocultas como Asesino.
La película nos transporta a distintas épocas durante su desarrollo. Desde la actualidad donde vemos cómo los científicos extraen información de Callum, hasta la época de la inquisición española, con Aguilar, el antepasado del mismo quien se encuentra luchando como Asesino contra una sociedad secreta denominada como Los Templarios.
Por excelencia, la película tiene una de las mejores persecuciones y secuencias de acción que se hayan visto en el año. Esto se debe gracias a la producción detrás de Ubisoft Motion Pictures y el trabajo en fotografía y edición de parte de Adam Arkapaw, quien también ha colaborado con el mismo director, Justin Kurzel, en obras como la más reciente adaptación de Macbeth.
Entre otros detalles, el vestuario e iluminación de la película también destacan la escenografía y ambientación de forma correcta. También es digno de mencionar que la producción tuvo la delicadeza de dejar el idioma castellano en las escenas que nos transportan a la inquisición española.
Podría decirse que los actores como Michael Fassbender (Callum/Aguilar), Marion Cotillard (Sofia) y Jeremy Irons (Rikkin), reflejan un desarrollo apropiado en sus personajes, con diálogos que demuestran una conexión entre ellos en algunas escenas.
La película sufre de un guion que apresura la presentación de distintos elementos, desperdiciando así una oportunidad para mostrar el interés del público en ellos. Aquí hablamos de todo el contenido científico detrás del Animus y el objetivo principal de los enemigos, el cual no se presenta con medida ante el espectador y termina siendo poco claro y trascendente. Es como si la película fuese echa para vender por sus secuencias de acción más que por su contenido.
La presentación de los personajes también flaquea un poco, ya que estos son simples herramientas que eventualmente llevarán al espectador –de nuevo- a las increíbles persecuciones y secuencias. Esto al final echa a perder uno que otro diálogo del filme. Incluso podría ver la película en silencio. Pero no podemos discriminar el trabajo del reparto que hace su mejor intento como tal.
| Assassin’s Creed es un espectáculo visual y cinematográfico digno de ver en el cine, que puedes disfrutar sin necesidad de jugar los vídeo juegos y que incluso satisface a los fans. Sin embargo, este palidece un poco con la presentación a medias del guion y los personajes. |
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