Las historias orales son el tesoro perdido de muchas culturas, pues se desaparecen con el tiempo ya que son pocos los oídos que quieren escucharlas. Este anime del género de drama, sigue las vidas de los apasionados que anhelan continuar la tradición y a su vez, dejar marca. En el proceso de conocer su historia, sentimos empatía con los personajes y nos enamoramos de este arte.
Rakugo es el arte formal de contar historias y tiene sus raíces en budismo. Su formato es de un artista que presenta un monólogo en frente de una audiencia ni demasiado grande o pequeña. En este arte, el artista interpreta a diferentes personajes con cambios de voz, expresión y movimientos. Sus únicos accesorios para hacerlo son una toalla y un abanico.
Un maestro de rakugo memoriza muchas historias y adopta un estilo. Su nombre es respetado y de gran importancia. Los aprendices que son suficientemente exitosos y talentosos pueden llegar a heredar el nombre escénico de sus maestros, así de generación en generación.
Este anime cuenta la historia de Yakumo Yurakutei, quien es primero aprendiz de rakugo y después maestro del mismo. La primera temporada nos presenta la historia del personaje y muchos de los detalles de este arte, mientras que en la segunda temporada se define la dinámica entre las siguientes dos generaciones.
Durante el desarrollo de la trama, se nos da una probada del futuro pero como audiencia, no tenemos mucho interés en los personajes al principio hasta que entendimos sus historias. Normalmente, esta manera de manejar la narración de la serie puede ser repetitiva y cansada. Pero en este caso, se siente que el maestro está contando su pasado a su nuevo aprendiz.
A pesar de lo anterior, el ritmo de la serie se siente rápido y no hace sacrificios de narración al contar los altibajos de las vidas afectadas. Al igual que el rakugo que presenta, todos los detalles tienen razón para estar y las partes que vimos las podemos admirar auténticamente. En algunas de las escenas de rakugo, el manejo de la edición hace un gran trabajo incluyendo a diferentes personajes como si todos estuvieran formando parte de la misma historia.
El siniestro “Shinigami” es el primer cuento de rakugo de la historia y este, como otros, tiene sus razones para reaparecer. El “Shinigami” presenta el tema principal de la serie: la muerte. Otros temas de la serie incluyen: consecuencias de tradición; valores y normas sociales; género; amor; filosofía, percepción y evolución de arte.
Al principio el diseño de los personajes pareciera que solo existen por necesidad. Pero su sencillez ayuda a los espectadores comparar las similitudes entre los personajes del futuro y pasado.
Las canciones del inicio y final en las dos temporadas tienen lo que genera la serie:, sentimientos de intriga y obsesión. Las canciones no solo son buenas por la música sino también por su simbolismo. Hay una parte de la canción del inicio con una pequeña pista visual que puede significar mucho para el episodio.
La banda sonora consiste de instrumentos tradicionales japoneses (shamisen, shakuhachi y taiko) o canciones de jazz de acuerdo de los gustos de la época. Tomemos en cuenta que el uso de jazz da énfasis a los momentos tensos pues el género de música se introdujo en el país después de la segunda Guerra Mundial para competir con las formas de entretenimiento tradicionales.
El único punto malo es que es la serie es predecible, pero eso está permitiendo que la narración cumpla su misión; es una historia que ya se ha contado bastantes veces.
| Es un show rico en cultura y con personajes memorables con quienes podemos sentirnos identificados, introduciéndonos a un estilo de arte que pocos conocen. Si quieres ver un buen drama que esté bien contado y completo, no te puedes perder este anime. |
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