El director Sergio Pucci integra su cortometraje Amor de Temporada a una colección de cortos titulada Güilas, la cual retrata los andares cotidianos de niños costarricenses. Luego de la recepción tan positiva del corto original, ¿qué tan bien funciona el experimento de unir varios de estos en una película?
Con historias que se desarrollan en diferentes zonas geográficas y de distintos estratos sociales de Costa Rica, Güilas (que es como se les llama en Costa Rica a los niños) cuenta las aventuras y desventuras de un grupo variado de protagonistas.
Las historias nos transportan a distintas partes del país, del Caribe al Pacífico, y evidencian muchas idiosincrasias nacionales de forma creativa y divertida, siempre desde el punto de vista de los más pequeños.
Siendo una colección de cortos, es una dicha ver que el resultado final es muy variado en cuanto al estilo que se le han dado a las historias. Todas son sencillas, pero logran sentirse muy auténticas. Algunas son dinámicas, con diálogos y actuaciones muy autóctonas. Otras son más lentas y con apenas unas cuantas líneas de diálogo, pero usan mucho más lenguaje visual para contar los acontecimientos.
Si bien no todas las historias son profundamente dramáticas, hacen un buen trabajo evidenciando realidades del día a día de los niños. Todas son entretenidas de ver y en algunos momentos logran ser verdaderamente conmovedoras, lo cual contribuye a hacer que su duración se sienta sumamente corta.
Como casi siempre cuando se trata de un reparto muy joven, algunos se desempeñan en sus roles actorales mucho mejor que otros. Hay veces te recuerdan a la fuerza que estás viendo una película, en especial por algunos problemas de mezcla de sonido que se presentan, los cuales no permiten escuchar bien los diálogos.
Por otra parte, algunas de las situaciones son tan tradicionales de Costa Rica que es fácil ver cómo un extranjero quedaría completamente confundido con ellas. Podríamos decir que su más fuerte atributo es probablemente el más débil también: está pensada para ser disfrutada por el público nacional, y aunque es probable que muchos extranjeros la disfruten, perderán bastante del contexto.
| Si disfrutaste del cortometraje anterior del director Sergio Pucci, es muy probable que disfrutes también de Güilas. Es una obra hecha con mucho amor que logra capturar el espíritu de la niñez costarricense y que se presta para conversaciones amenas. |
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