Los desarrolladores de Illusion Ray Studio nos brindaron este Halloween 2019 una interesante entrega en el género de horror con The Beast Inside. Con un enfoque singular en su narrativa, el juego promete unos cuantos sustos y una atmósfera tenebrosa inmersiva. ¿De qué trata esta historia?
The Beast Inside nos presenta a Adam Stevenson, un decodificador de mensajes que trabaja para el gobierno de los Estados Unidos durante la Guerra Fría. Tras mudarse a una remota locación junto con su esposa Emma con el fin de concentrarse en su trabajo, Adam comienza a hacer curiosos descubrimientos en su nueva residencia. Pronto se vuelve evidente que no están sólos y que algo misterioso parece estar sucediendo en este lugar.
A medida que su investigación avanza, Adam comienza a descubrir que el antiguo propietario de la casa también enfrentaba una situación similar. Al leer las páginas de un viejo diario, interactuamos con la historia de Nicolas Hyde, el solitario habitante de residencia que es visitado recurrentemente por un misterioso y violento ente.
De esta forma se alternan los capítulos de la historia. En el “presente” utilizamos a Adam para investigar un posible complot gubernamental en los bosques de la propiedad, plagado de la paranoia que caracterizó la década de los setentas y ochentas. En el pasado seguimos la pista del enmascarado espectro a través de oscuras locaciones como cuevas, pantanos y casas abandonadas, enfrentando fenómenos y criaturas sobrenaturales.
Luego de unos capítulos, se vuelve evidente que ambas historias están estrechamente relacionadas. Los eventos relatados por Nicolas en el pasado hacen eco con las situaciones del presente, e incluso afectan el trabajo de Adam como criptógrafo. Esto comienza a tener efecto en Adam, quien por su parte deberá descubrir en quién puede confiar dado a las sospechosas circunstancias que se desenvuelven.
Hay dos puntos que hacen de The Beast Inside una entrega bastante única en su género. El primero es la excelente realización de sus ambientaciones, las cuales fueron creadas a partir de escaneos 3D de ambientaciones y objetos reales (también conocido como fotogrametría).
Este trabajo es notable en el nivel de detalle tanto en interiores como exteriores. Aunque el juego no tiene un enfoque de mundo abierto ni está diseñado para fomentar libre exploración, los alrededores de la casa en la cual se desenvuelve la historia son bastante amplios y con pocas restricciones físicas. Si así lo deseas, puedes explorar la zona a tu gusto y descubrir el alto nivel de trabajo que tienen los paisajes y edificaciones que existen en el juego.
Esta técnica se ha vuelto cada vez más popular y es fácil ver porqué. Los acabados lucen estupendos y más allá de fotorrealismo o efectos visuales, es la cantidad de objetos y su diseño lo que contribuye a un nivel más alto de inmersión en los escenarios, aun cuando es habitado por personajes que no poseen el mismo nivel de detalle o verosimilitud en sus animaciones. Este último punto es una lástima ya que nunca deja de ser notable, en especial en contraste con su bien implementado apartado sonoro y trabajo de voces.
El segundo punto a favor de esta entrega es la variedad de su jugabilidad. Esto es ayudado por las dos líneas temporales que maneja, pero incluso dentro de ellas encontrarás que cada vez que inicias un episodio estarás explorando locaciones nuevas, enfrentando retos con soluciones distintas a las que has visto anteriormente y, en el mejor de los casos, resolviendo crípticos acertijos que te hacen sentir todo un genio cuando los logras resolver por ti mismo antes de que el juego te dé “pistas”.
Durante sus diez horas de duración promedio, encontrarás secciones de exploración bastante calmas, rodeado de naturaleza y paisajes hermosos. Luego vendrán ambientes mucho más oscuros y hostiles, buscando pistas usando equipo tecnológico al mejor estilo de una novela de ciencia ficción. Combatirás jefes con propiedades sobrenaturales. Tratarás de usar sigilo mientras resuelves acertijos ambientales y, por supuesto, encontrarás alguna escenas de acción con los famosos QTEs (o Quick Time Events).
Esto, por otra parte, resulta en que que ninguna de sus mecánicas está realmente muy refinada o alcanza un nivel de profundidad que afecta la jugabilidad de forma interesante. En su mayoría, tienden a sentirse un poco toscas en su ejecución. Un ejemplo claro es el manejo de recursos, el cual inicialmente es parecido a muchos otros juegos del género pero luego se convierte en una tarea olvidable gracias a la amplia cantidad de estos que encuentras en tu camino. Esto es probablemente con la intención de que el desarrollo de la trama nunca se vuelva lento a causa de estas mecánicas, pero se sienten como una oportunidad desperdiciada de aumentar el nivel de tensión en la historia.
Gracias a su variedad y a las diferentes formas en que debes resolver los obstáculos que el juego te ponga enfrente, siempre encontrarás algo distinto en cada uno de sus capítulos. Esto es lo que más ayuda a mantenerte pegado al asiento y, a fin de cuentas, termina siendo una forma bastante efectiva de lograrlo.
The Beast Inside es una entrega que más que del género de horror podría considerarse como un thriller sobrenatural de misterio. Su variedad y su historia te mantendrán queriendo ver qué sigue y logra ser una experiencia cautivante e inmersiva gracias a sus capacidades técnicas.
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