No pudieron ser más directos. Una de las características mencionadas en la conferencia de Bethesda pasada del E3 2017, ha sido el Creation Club. Un club selecto de personas por la compañía que podrán desarrollar mods de Fallout 4 y Skyrim: Special Edition para las plataformas de Playstation 4, Xbox One y PC.
La idea de Bethesda es darle la oportunidad a desarrolladores tanto de la misma compañía como a gente por fuera. Estos mods se adquieren con créditos que se compran con dinero real a través de Playstation Network, Xbox Live o Steam. Todos quedarán enlazados a tu cuenta de Bethesda y los podrás utilizar a través de distintas plataformas. Los créditos se comparten entre Fallout 4 y Skyrim. Pero la noticia aquí no es sobre el club, sino que Bethesda nuevamente nos quiere vender mods premium como una novedad.
En el 2015, Bethesda había lanzado una campaña similar en Steam. Acá los modders podían vender sus creaciones. La compañía, por supuesto, se quedaba con un porcentaje de dinero. Esto enfureció a más de uno en la comunidad de PC, considerando que el modding es una característica gratuita y abierta para todos. Steam terminó eliminando dicho espacio. Ahora Bethesda lanza Creation Club como una respuesta silenciosa de este modelo.
Creo que es mil veces mejor idea tratar de pulir el apartado visual y técnico de Fallout 4 (¡O de su mismo motor gráfico!) antes de que sea la hora de lanzar The Elder Scrolls VI, pero tal parece que Bethesda quiere seguir viviendo de su pasado sin aportarnos mucho. Lo único positivo que veo de compañía, es que estudios de calidad como MachineGames (Wolfesntein) y Arkane Studios (Dishonored) se benefician de su mercadeo y financiamiento. Supongo que al fin y al cabo, estas compañías de third parties terminan siendo una corporación con fines lucrativos, más que un grupo creativo de personas. No quiero decir que no hay gente brillante en Bethesda, pero si la hay y están apoyando el Creation Club, creo que se están desperdiciando.
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