En un conflicto, es difícil pensar que todas las personas estén de acuerdo con alguno de los ideales o intereses en disputa. Muchos de ellos sufren las consecuencias de una guerra que no debería existir en primera instancia, y aunque no lo veamos en lecciones de historia, es probable que existan secretos que no sepamos de nuestro país. Total lo que importa es mi integridad, llevarse bien con el prójimo, en este caso con el mejor amigo del hombre. Aunque no lo crean, Isla de Perros abarca todos esos temas de forma chocante, pero a la vez contándonos una aventura agradable llena de amor y compañerismo. Acá les contaré lo que deben saber antes de ver esta ambiciosa obra en Stop Motion.
Una extraña gripe canina afecta a la ciudad ficticia de Megasaki, Japón. Ante esto, el alcalde Kobayashi decide exiliar a todos los perros a una isla de basura. La película se enfoca en las aventuras de un niño en su afán por rescatar a su perro.
Wes Anderson ha creado su segundo largometraje en Stop Motion, el olvidado arte conocido por mover objetos frente a la cámara -un cuadro a la vez- para generar una animación y este lo hace con mucha soltura. Cerca de 26 artistas de animación han trabajado cuidadosamente las escenas. Es todo un logro ver cómo el director logra desde el caminado, paisajes y escenas que muestran la cultura japonesa, efectos prácticos como explosiones y la gran variedad de expresiones que los personajes pueden tener, muy útil en escenas en los que hablan en japonés pero claramente comprendes lo que está sucediendo por sus expresiones faciales. Es un tipo de película en la que sales de la sala de cine pensando sobre cómo la hicieron.
Por otro lado, Isla de Perros conserva esa particularidad de Anderson que no vemos siempre en el cine animado en pantalla grande, y es un enfoque más en el guión y la situación de los personajes que en la emotividad. Esto nos permite entender mucho de su fuerte contexto, que va más allá de la historia de un niño en su intento por recuperar a su mejor amigo.
Gracias a esto muchos de los actores dan mucha libertad creativa en improvisar chistes y escenas curiosas, como cuando todos dialogan en forma sincronizada. Hablamos de un diálogo entre actores como Bryan Cranston, Bill Murray, Jeff Goldblum, Edward Norton, Scarlett Johanson, Greta Gerwig, entre otros.
Hablando del guión, es uno de los mejores del año, ya que además de ser una crítica política, es una crítica a la historia y sociedad como tal. Wes Anderson coloca muy bien los elementos con la intención de relatarnos un ejemplo histórico de Japón en tiempos de guerra, que confiere conflictos entre clanes, orgullo y mucho secretismo. Por otro lado, nos cuenta una historia de compañerismo de una singular banda de perros y el niño. De cualquier manera, tanto niños como adultos disfrutarán la película.
Anderson es consciente de que Japón es una nación muy singular con respecto al resto del mundo, es por eso que veremos muchas escenas fuera de la trama que explican el proceso de muchas cosas, desde preparar un alimento, hasta los hábitos de una familia japonesa, todo lo verás con el exquisito detalle que el Stop Motion cosecha en sus escenas y una banda sonora delirante.
Isla de Perros tiene personajes con gran personalidad, pero como dije antes, la emotividad no es tanto su fuerte. No pienses que vaya a ser la típica película de Disney con empatía y lágrimas desbordándose en las salas de cine. Ahí quizá sí me faltó un gancho con algunos personajes que me dejaron debiendo.
Otro aspecto es que con la velocidad del filme puedes hacer que algunos chistes no se sientan como en el contexto y no se digieran debidamente. Quizá el ritmo en ocasiones puede detenerse un momento de tanto parloteo canino y humano para darle su entendimiento.
| Isla de Perros es una odisea con mucho encanto y una fuerte crítica a la política y la guerra. Aprenderás mucho de Japón y de cualquier forma, terminarás adorando a los perros gracias a estos singulares personajes que cobran vida de forma espectacular en Stop Motion. Créeme, no verás algo como este filme en mucho tiempo. |
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