Al escribir esta reseña, descubrí que entre el 2017 y 2018 tenemos dos películas relacionadas a Christopher Robin que se han estrenado en los cines. Una es una producción de Disney que se enfoca en una historia ficticia del personaje en su adultez con sus amiguitos del Bosque de los Cien Acres, y la otra es un drama biográfico que cuenta la historia de A.A. Milne, creador del famoso cuento inglés. Para esta reseña relataré mis impresiones en el drama biográfico y el gran aporte que nos da esta biografía. Habrá una reseña de la pomposa película de Disney para cuando se estrene.
El filme cuenta parte de la vida de Alan Milne, unos de los escritores más célebres de Inglaterra, enfocándose en la creación de la obra Christopher Robin. La película se enfoca en los eventos previos como su traumática participación en la Primera Guerra Mundial, la formación de su familia y el nacimiento de Christopher Robin Milne, el cual sirvió de inspiración para el cuento.
La película relata con mucho detalle los momentos más traumáticos del protagonista durante la Primera Guerra Mundial. Estos eventos hacen que abandone su ostentosa vida de escritor en Londres y se mude con su esposa al campo. Un lugar que junto con el nacimiento de Christopher Robin, darán inspiración a un mundo imaginario lleno de aventuras, el cual fue motivo de alegría para muchos en tiempos de crisis.
La narrativa de la película está bien medida, de forma que veamos el proceso de creación de la obra paso a paso. Desde el nacimiento de los amigos de Christopher Robin como Winnie the Pooh, Tiger, Igor y demás, hasta las consecuencias de la fama como tal, que también vendrá a entorpecer el crecimiento integral del niño estrella.
Actores como Vicki Pepperdine (Betty), Margot Robbie (Daphne Milne) y Will Tilston (Christopher Robin) hacen un buen papel muy bello que expresa muy bien los pesares de cada personaje. Desde la preocupación por el chico en no tener a sus padres en casa, hasta la imaginación de Alan como escritor creativo. Lo bonito es que es contado de forma mundana, sin muchos rodeos ni situaciones pretenciosas, todo con la intención de dar buenas enseñanzas sobre la familia, la fama e incluso la inocencia de los niños. Es muy interesante también ver el crecimiento de Christopher Robin como persona.
Quizá Domhnall Gleeson en el papel de Allan no me convence del todo en ocasiones. Vemos al personaje repitiendo la idea de la película muchas veces y cuando se desenvuelve siempre lo hace de forma muy plana, sin salirse de su esquema de “escritor traumatizado”.
De la misma forma siento que la película no se toma las pausas debidas para aprovechar la fuerza de las actuaciones y guión en ocasiones, rompiendo el ritmo de la misma.
| Hasta Pronto, Christopher Robin es una obra reflexiva que trata los temas sobre la familia, la inocencia y la inspiración como parte de nuestra cotidianeidad. Al fin y al cabo, los escritores más famosos también son seres humanos. Es una película que nos recuerda el verdadero sentido de vivir y crecer. |
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