La segunda entrega no episódica de Disney y del universo de ciencia ficción más famoso del mundo finalmente ha llegado en Solo: A Star Wars Story. Luego de muchos problemas de producción y un poco de escepticismo por parte de incluso los fans más entregados a la saga, ¿qué tan bien logra capturar el afamado director Ron Howard la esencia del forajido espacial?
Explorando los orígenes de Han, quien forma parte fundamental de la trilogía original de Star Wars, Solo nos transporta a Corellia, el planeta donde aprendió su oficio de ladrón, estafador y contrabandista. Junto a su novia Qi’ra, Han planea su escape de la vida de crimen y sueña con ser libre de las pandillas que los esclavizan, para así poder eventualmente forjar su propio destino. Cuando las cosas no salen como se esperaban, Han termina uniéndose a un grupo especial de ladrones, a los cuales se une para participar en golpes a través de la galaxia.
Esto lo convierte en el blanco de asociaciones criminales aún más grandes, amenazado por las cuales termina realizando el famoso (para los fans) recorrido Kessel. Las cosas se complican cuando más facciones se inmiscuyen en el atraco, culminando en el enfrentamiento entre ellas.
Muchos aspectos hacen de Solo una gran adición a la filmografía de Star Wars. La producción, el elenco, los efectos visuales y de sonido son espectaculares, como podríamos esperar de una entrega de este calibre. Las escenas de acción, en especial las espaciales, son emocionantes y están muy bien diseñadas. El típico sentido del humor que caracteriza a las películas de Marvel es empleado aquí con éxito moderado, pero al menos con mucho más sentido al tratarse de personajes tan aventureros como lo son Han Solo y Lando Calrissian.
Muchos momentos que definen al personaje de Han suceden durante el transcurso de esta historia, así que si eres fan de la saga, es muy probable que la disfrutes a plenitud.
A pesar de lo bien dirigida, bien producida y lo significativo de su guión para el personaje de Han Solo, la película se siente un tanto, pues, irrelevante. Algunos personajes no se sienten bien desarrollados, otros son planos y hasta molestos. La relación principal entre Han y Qi’ra, la cual es el eje central de toda la historia, nunca llega a sentirse tan auténtica como debería, sin importar cuántos momentos personales tengan o en cuántas escenas de peligro logren sortear.
Hay unas cuantas decisiones cuestionables por parte de personajes que deberían ser más inteligentes. Por otra parte, momentos que deberían ser significativos para el universo de Star Wars serán comprendidos únicamente por los fans que más se han adentrado en los acontecimientos de este período de tiempo específico.
| Solo: A Star Wars Story es una aventura que se siente mucho como un buen western y que no deja de entretener gracias a su combinación de acción, aventura y su talentoso elenco. Sin embargo, hace poco para elevarse más allá de una entrega opcional que podría ser hecha a un lado sin sentir demasiada pérdida si no eres fan del universo de Star Wars. |
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