La escena de desarrolladores indie ha tenido un crecimiento notable en los últimos años gracias a plataformas de distribución como Steam, GoG y Epic Store, entre otros. El género de horror, por su parte, ha sido de los más beneficiados en este rubro, con indies sobresalientes como Slenderman, Five Nights at Freddy’s y Darkwood. Con un origen similar nos llega ahora Lost In Vivo, un juego de supervivencia en primera persona desarrollado por Kira para PC Steam.

Simple, pero efectivo

Lo primero que te dejan claro los primeros cinco minutos de Lost In Vivo es que es un juego desarrollado por un equipo pequeño. Aquí no encontrarás animaciones super realistas, texturas en 4K ni escenarios muy complejos. La escena inicial, en la que el (o la, es ambivalente) protagonista camina por la calle junto a su perro contiene apenas los elementos básicos para la escena: una calle aparentemente sin fin, tu perro y lluvia. Dicho esto, los elementos con los que cuenta son más que suficientes para que, junto con un excelente diseño de sonido y una banda sonora inquietante, te sumerjas en la momento y situación de la historia.

Que tu AAE sea un Corgi galés causa empatía inmediata.

Luego de perder a tu pequeño compañero en una escena que sin duda les causará un ataque de ansiedad a todos los amantes de los perros, te sumerges en las alcantarillas con el fin de rescatarlo. Allí inicias tu misión, atravesando túneles y estrechos pasadizos que pronto dan un giro hacia lo bizarro, lo paranormal y lo terrorífico.

A pesar de la simpleza de sus gráficos, el juego hace un muy buen trabajo de ambientación, haciéndote sentir en todo momento una sensación de incomodidad e inquietud, de que exploras lugares en los que no deberías estar. Su simpleza también se extiende al plano mecánico. Utilizas los movimientos básicos de una aventura en primera persona (excepto saltar) y no pasa mucho tiempo antes de que te topes con armas de fuego. Este último aspecto es un tanto extraño y no deja de romper un poco la inmersión, ya que nada en la historia hasta ese punto sugiere que seas más que una persona común, pero de repente te encuentras vaciando cartuchos de pistola y escopeta al por mayor en las alcantarillas.

O blandiendo una almádena como Thor el destructhor.

El combate en sí es otra de las limitaciones. La precisión de las armas es cuestionable, y el daño que le causan a los enemigos lo es más aún. Esta situación empeora gracias al ocasional bug que acaba con toda la tensión y te recuerda que estás jugando un videojuego. Una realidad intrínseca de ser trabajado por un equipo muy pequeño, aunque muy ambicioso, de desarrolladores.

Una vez que comienzas a descender por los oscuros pasillos, sin embargo, te das cuenta que los momentos tensos provienen de elementos más sutiles y calculados. El juego te muestra en ocasiones objetos y lugares que luego te cambia de forma inesperada, dejándote con una sensación de vulnerabilidad. Todo esto es elevado por una banda sonora con sonidos estruendosos, mecánicos y amenazadores, muy al estilo de las utilizadas en la saga de Silent Hill.

La jugabilidad es lineal y muy del estilo de un survival horror. Recorres túneles, cavernas y pasillos combatiendo los enemigos que aparecen. Cuando no puedes avanzar más, ya sea por causa de una puerta especial o un mecanismo misterioso, probablemente tendrás que resolver un acertijo. Algunos de ellos son de los clásicos como activar palancas o buscar objetos para interactuar con ellos. Otros son un poco más temáticamente interesantes, y es en estos en los que el juego brilla como pocos en su género.

Llegando hasta la profundidad del miedo

Lost in Vivo se titula así por un tipo de terapia de exposición que busca ayudar a los pacientes a enfrentar sus miedos. Fiel a su nombre, el juego se autodescribe como una experiencia centrada en la claustrofobia. Si no eres del tipo de persona que padece de este tipo de condiciones o alguna similar, es probable que esta parte en particular del juego no te afecte demasiado. Después de todo, muchos videojugadores son capaces de distanciarse emocionalmente del medio digital con facilidad, en especial si no entablan una conexión con lo que están jugando.

Aunque harían lo que sea por sus mascotas, digitales o no.

El juego aborda, sin embargo, otros temores más populares. Entre ellos el miedo a lo desconocido, a la soledad o incluso los relacionados con trastornos de imagen corporal. Se representan casi siempre mediante detalles en la ambientación, cartas escritas que pueden encontrarse en diversas secciones del juego y acertijos, los cuales mantienen un nivel de simbolismo temático que pocas veces puede encontrarse en juegos del género.

La tensión del momento a momento se maneja de manera interesante. Por ejemplo, la primera sección del juego se desarrolla mayormente en túneles de alcantarillas y estaciones de tren. Tu primer roce con lo sobrenatural viene en secciones con estrechos pasadizos, y los enemigos que te acechan son capaces de atravesar las paredes. La única forma de saber cuándo están a punto de atacarte es ubicarlos por el sonido que emiten, y prepararte para disparar en la dirección de origen en el momento que veas que estos comienzan a materializarse a través de los muros. Esta simple combinación de arquitectura, diseño de enemigos, sonido y música crean momentos muy efectivos de ansiedad y tensión, y este tipo de enfoque se encuentra prevalente durante toda la experiencia, por lo que a pesar de lo simple del apartado gráfico y jugabilidad, la experiencia es sin duda la de un juego de horror.

Y el verdadero horror es a prueba de balas.

En otras ocasiones, los sustos vendrán de elementos más creativos, los cuales a veces son capaces de romper el cuarto muro de forma impredecible. Mencionarlos sería arruinar la sorpresa para los que decidan emprender este viaje, así que sólo diré que los creadores están muy concientes de varios clichés del género, por lo que han decidido agregar giros que te tomarán por sorpresa en los momentos en los que te sientas más seguro.

Conclusión

Lost in Vivo es un juego corto pero no por eso deja de ser una de las mejores y más puras experiencias de horror de la escena indie. Su apartado gráfico y jugabilidad se beneficiarían de más pulido, pero estos aspectos no evitaron que los desarrolladores crearan un juego profundamente simbólico y, sin duda, una experiencia muy memorable.

Lo Bueno:

  • Sobresaliente diseño de sonido
  • Excelente banda sonora para un juego de horror
  • Simbolismo y coherencia temática entre ambientación y acertijos
  • Atmósfera inmersiva y efectiva

Lo Malo:

  • Algunos bugs rompen la inmersión
  • Apartado gráfico muy simple
  • Jugabilidad reducida

Puntaje:

  • Jugabilidad: 6
  • Contenido: 8
  • Sonido: 8
  • Gráficos: 6

Calificación: 7.0

Eulices Nicot

Eulices Nicot es miembro de la legendaria PC Master Race y le gusta discutir sobre videojuegos y películas. Escríbele qué tan equivocado está en todo lo que dice en un comentario, en su Facebook o a través de Steam.

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