Hades – Análisis

Arte realizado por Dandonfuga vía Deviant Art.

En medio de los más esperados lanzamientos del 2020 y de éxitos impredecibles, el estudio independiente Supergiant Games lanzó oficialmente Hades. La entrega fue recibida con un éxito y aprobación pocas veces visto entre la crítica y el público general, en especial para un título con bastante tiempo en acceso anticipado. Esto le mereció ocho nominaciones en The Game Awards, entre ellas la de mejor juego del año. ¿Merece Hades este nivel de reconocimiento?


Juego: Hades
Género: Aventura de acción, Exploración de Mazmorras (roguelike), RPG
Subtítulos: Inglés, español, italiano, francés, alemán
Doblaje: Inglés
Jugadores: 1 en solitario
Desarrollador: Supergiant Games
Distribuidor: Supergiant Games
Plataformas y fecha de salida: 17 de Setiembre del 2020 para Nintendo Switch y PC vía Steam y Epic Games Store
Precio inicial: $24.99 en Nintendo eShop, Steam y Epic Games Store
Probado en: PC


Escapando del inframundo

Hades es un juego de acción hack & slash con elementos de exploración de mazmorras y roguelike situado en el titular mundo de los muertos de la mitología griega. Nuestro protagonista es Zagreus, hijo del mismísimo Hades (dios del inframundo) quien ha decidido hacer una especie de Dante Alighieri inverso al intentar escapar de su hogar.

La fórmula de Hades sigue una receta familiar. A medida que atraviesas las distintas partes del inframundo enfrentas enemigos variados en niveles generados proceduralmente. La estructura de cada sección está dividida en recámaras en las cuales deberás combatir y eliminar a todos los enemigos. Una vez hecho esto, procederás a la siguiente, con la opción ocasional de escoger entre varios destinos y recompensas distintas. En el camino, encontrarás mini-jefes y, eventualmente, un jefe de cada sección. Al eliminarlo, avanzarás a la siguiente, hasta alcanzar tu meta final.

Hades - Tartarus
Si Frodo, Sam y Gollum pudieron, ¿por qué tú no?

Ninguno de estos elementos es nuevo. Ninguno especialmente innovador tampoco. Y este es tal vez el punto más engañoso del juego. Hades no es un juego que triunfe por su descripción en papel, sino por su ejemplar ejecución.

Mi primera impresión de Hades, antes de jugarlo, fue tibia. Como fan acérrimo de los roguelikes tiendo a ser muy crítico de sus mecánicas y son pocos los que logran calibrarlas efectivamente para no caer en la repetición o desbalance. He jugado a completitud las tres anteriores entregas de Supergiant Games, Bastion, Transistor y Pyre, y he salido siempre más impresionado por su estilo narrativo y visual que por sus mecánicas. De estas tres entregas anteriores, es Bastion el que más presenta un combate dinámico y balanceado, mientras que sus secuelas se han centrado en mecánicas RPG y en un juego competitivo parecido a un esport, respectivamente.

Con esta impresión de su trabajo anterior, el anuncio de Hades no me causó gran anticipación en su momento y su decisión de desarrollarlo dentro del programa de acceso anticipado de Steam lo sacó de mi radar completamente, ya que es algo que reservo sólo para los casos más experimentales.

Esta impresión condescendiente, al final, resultó estar completamente equivocada.

Hades - Mapa
¡Y ahora no puedo paraaaaaar!

Como dije anteriormente, el mérito de Hades no es reinventar la rueda, sino pulirla hasta alcanzar una circunferencia casi perfecta. Los videos e imágenes del juego realmente no le hacen justicia. El movimiento y la acción de cada encuentro deben ser experimentados para ser realmente apreciados. Cada ataque y habilidad pueden ser mejorados, alterados y mezclados con otras habilidades para lograr sinergias sumamente satisfactorias. Tus armas siguen la misma filosofía, cambiando su velocidad, modos de ataque y efectos según las decisiones que tomes en el camino con sus modificaciones. Lo mismo va para tus características como vida, velocidad de movimiento y resistencia a daño. Todo esto, aunado con su naturaleza cambiante en cada nueva partida, ofrecen una rejugabilidad realmente impresionante.

Su punto de venta más fuerte, sin embargo, es lo bien que integra el género roguelike con su narrativa. Zagreus pertenece al inframundo, así que al morir en cada intento de escape es retornado a lo más profundo de este. A pesar de esto, muchos de tus logros en combate progresivamente cambian la situación del mundo que habitas. Los personajes del reparto comentarán sobre tus desventuras cada vez que vuelvas ya que, evidentemente, acabas de fallar. Pero esto no es causa para derrotismo. Estos intentos poco a poco te harán más fuerte gracias a los talentos pasivos y equipamiento especial que irás desbloqueando.

Hades - Cuarto
Y podrás mejorar tu cueva para que se refleje tus… muchos viajes.

Esto sería suficiente para hacer a Hades una gran entrega, pero Supergiant Games quiso ir más allá. El estudio decidió agregar más variabilidad aun agregando modificadores de varios tipos a lo largo de las partidas que afectan tus habilidades en combate para bien y para mal. Además, los jefes y mini jefes cambian de vez en cuando, por lo que incluso en estos puntos fijos de los viajes toparás con algunas sorpresas que a veces te harán la vida más difícil.

Un aspecto muy sutil pero fantástico del diseño de Hades es cómo los desarrolladores lidiaron con algunos problemas eternos y malas mañas de los jugadores en pos de una mejor experiencia. ¿Nunca usas los objetos consumibles? Pues acá no existen y todo bono que no uses inmediatamente se pierde para siempre al avanzar. ¿Usas siempre el mismo tipo de armas y estrategias? El juego te premia generosamente por usar su gama completa de modificaciones y armamento. ¿Te aburres de escuchar siempre los mismos diálogos? El juego varía constantemente las interacciones de los personajes, con una cantidad tan grande de estas que aun luego de 40 horas puedes escucharlos hablar cosas nuevas, desarrollando poco a poco sus relaciones y la narrativa en diferentes niveles. El trabajo de este estudio no es nada menos que impresionante y demuestra que conocen muy bien este tipo de historias.

Una gran variabilidad, un satisfactorio sistema de combate y un reto incremental son algunos de los pilares que hacen a Hades un fuerte candidato, pero lo realmente impresionante es que junto a estos elementos tenemos también.


Una producción impecable

Como mencioné anteriormente, el punto más fuerte de Hades es la forma como mezcla su narrativa no sólo con su jugabilidad, sino con las características de su género. Un roguelike efectivo se apoya en su impredictibilidad. Aun cuando la muerte puede ser segura en algún momento, la naturaleza de este tipo de juegos puede convertirla también en tu aliada.

Hades - Thanatos
Literalmente.

En el centro de esta aventura está Zagreus, cuya actitud desafiante (mas no agresiva) lo convierte en un protagonista ideal. Zagreus tiene una relación complicada con su padre, la cual se ve agravada cuando los demás dioses del Olimpo deciden prestarle ayuda en su misión de escapar del inframundo. Mediante un trabajo de voz excepcional, y muy acorde con la calidad de las anteriores producciones de Supergiant Games, podemos entender su relación con los distintos habitantes del inframundo así como también con otros personajes que te acompañan durante este viaje. Constantemente escucharás comentarios de quienes te rodean sobre tus acciones, tus logros y cómo estos les afectan, dándole un gran dinamismo a la historia.

Igualmente impresionante es su banda sonora, la cual es un manual de cómo hacer música adaptativa. Muchas de sus pistas tienen varios formatos dependiendo del momento en que las escuchas. Cuando estás explorando los niveles o luego de acabar con los enemigos, la música mantiene el mismo ritmo pero con una densidad de instrumentos más baja. Cuando la acción estalla, la escucharás alcanzar fluídamente toda su intensidad en arreglos que harían sonrojar a Mick Gordon.

Finalmente, pero con un lugar de privilegio, está el apartado artístico. Supergiant Games mantuvo su singular pero vistoso estilo de personajes en esta entrega, mostrándonos diseños modernos de los dioses que ya hemos visto en docenas de iteraciones. Estos se unen a otros personajes más exóticos de la mitología griega que tal vez no sabías que existían.

Hades - Orpheus
Aunque si están ahí abajo, te imaginarás que no tienen historias con finales felices.

En combate, este apartado gráfico también se luce, mostrando ambientaciones únicas con una gran cantidad de efectos. Cuando en medio del caos múltiples enemigos lanzan sus proyectiles y los rebotas utilizando tus ataques para luego fulminarlos con tus movimientos especiales, puedes entender visualmente los elementos que interactúan y observar los valores de daño que hace cada uno sin ningún problema. Esta claridad se extiende también a la interfaz de usuario, que es minimalista pero completamente eficaz en su labor.

Desde donde quiera que se vea, Hades es una obra de arte digna de ser experimentada por cualquier jugador moderno que disfrute de los juegos de acción y exploración de mazmorras. El juego te insta a explorar y seguir avanzando a pesar de sus fallos, ofreciéndote siempre algo nuevo e interesante que probar o desbloquear en tu siguiente enfrentamiento o partida. La cantidad de contenido que ofrece en relación a su precio es otro factor a su favor, con una campaña de múltiples finales sucesivos que te tomará varias docenas de horas completar.

Hades - Pesca
Incluso más si desbloqueas la infaltable pesca.

Lo Bueno:

  • Excepcional apartado artístico
  • Impresionante banda sonora y trabajo de voces
  • Fantástico uso entrelazado de mecánicas y narrativa
  • Inmensa rejugabilidad
  • Precio accesible

Lo Malo:

  • Algunos detalles de progreso, especialmente para el endgame podrían ser accesibles de más ágilmente

Conclusión

Hay dos tipos de juegos que merecen el premio al mejor del año. Primero, están los que logran algo innovador, empujando el medio de los videojuegos hacia adelante en algún aspecto. Segundo, están los que perfeccionan algo existente al punto de que se convierten en uno de los mejores representantes de su género. Es en esta segunda categoría en la que ubicamos a Hades, y con todo el mérito del inframundo.